4 jul 2008
Cimientos
Me comenta un colega de profesión acerca del sentido de los links que he publicado en "documents" en este blog.
Hablamos al teléfono durante un buen rato sobre estructuras culturales, gestión ética, compromiso social y "ley de la selva".
Concluimos, que lo que se debería plantear son unas reglas de funcionamiento mínimas, que establezcan unas pautas claras de trabajo y que definan los direrentes roles y funciones de los mediadores culturales.
Un sector que funciona a base de microeconomías en el que se dan situaciones profesionales que en muchos casos rozan la precariedad y la indigencia en algunos de ellos, no puede funcionar (en la práctica) y ser funcional (en los objetivos) al amparo del "todo vale".
Lo ideal sería ir hacia una situación de mayor profesionalización y regulación del sector.
El problema es que en España todo está por hacer en el sector cultural, salvo en cataluña, donde llevan años de adelanto con el desarrollo de un modelo cultural solvente y economicamente sostenible.
En positivo, esta situación tambien puede ser una ventaja para comenzar a construir un sistema sin cometer los errores de modelos anteriores....aunque visto el delirio del sector "ladrillo" es improbable que ello suceda dada la mentalidad local de "auto-machaque" y gusto por el "expolio". Alguien imagina que hubiera sucedido si en 1997 con el PP recién instalado en el gobierno, se hubiera promulgado otra ley de suelo y unos protocolos de construcción respetuosos con el medio ambiente y favorecedores de energías alternativas? Sencillamente que hoy en día estaríamos menos jodidos y más preparados para afrontar la crisis....aahh, y tambien habría un indice porcentual notablemente menor de desaprensivos y nuevos ricos....y uno mayor de profesionales emprendedores concienciados y al día en valores de responsabilidad social.
Volviendo a la cultura, capítulo arte contemporáneo-actual. Hay que comenzar por los cimientos, es decir, educación, educación, educación...(iremos desgranando este tema en sucesivos posts)
Despues, respetar a los artistas y creadores e integrarles en un sistema que les obvia desde cualquier parámetro que se mida (laboral, fiscal, social, etc)
Rescato una reseña que viene a cuento y que es un granito más en esta futura construcción.
"Los artistas plásticos españoles podrán empezar a disfrutar del trozo de pastel que les corresponde en el multimillonario negocio del arte. Por fin van a tener derecho a una participación económica en la reventa de sus obras, aunque para empezar a repartir, antes hay que aprobar la modificación necesaria de la Ley de Propiedad Intelectual. El Gobierno quiere adaptarse así a la normativa aprobada por el Parlamento Europeo en septiembre de 2001. Este derecho de seguimiento se ha empezado ya a aplicar en otros países europeos, aunque con desigual resultado. Conocido por los franceses como droit de suite, afecta a los autores de obras de arte gráficas o plásticas: pinturas, collages, dibujos, grabados, estampas, litografías, esculturas, tapices, cerámicas, objetos de cristal, fotografías y piezas de vídeo arte, entre otras.
Este derecho se aplicará a todas las reventas en las que participen -como vendedores, compradores o intermediarios- profesionales del mercado del arte tales como salas de ventas, galerías, marchantes de obras y, en general, cualquier persona física o jurídica que realice habitualmente actividades de intermediación en este mercado.
La cantidad media, que habrá de ser siempre pagada por el comprador, se sitúa en torno al 3%, aunque la cifra varía en función del precio. El máximo será el 4%, cuando se sobrepasen los primeros 50.000 euros del precio de la venta. El mínimo, el 0,25%, cuando la primera reventa pase de 500.000 euros. En ningún caso el importe total del derecho podrá pasar de 12.500 euros.
El texto ha sido remitido ya a todas las entidades afectadas. La aplicación puede ser difícil por cuanto no todos los artistas están asociados a VEGAP, la única entidad que gestiona los derechos de los artistas.
Todo el mundo parece estar ahora mismo en un compás de espera hasta que se presenten las alegaciones y se conozca la redacción definitiva. La aplicación de este derecho sobre la reventa en beneficio de los artistas ha levantado ya ronchas en un mercado tan asentado como el francés. El seguimiento de las sucesivas ventas, lo que podría denominarse el currículo de la obra de arte, parece ser la mayor dificultad.
Los artistas consultados opinan que la aplicación de este derecho, reclamado desde hace muchos años por los creadores, tiene que beneficiar a los más jóvenes y a todos aquellos que han entrado en el mercado con ventas muy bajas, y que ahora esas mismas obras disfrutan de precios de escándalo sin que el creador vea un euro extra. "Cuando se trata de grandes herederos, no hay problema", advierte Eduardo Arroyo. "Las familias de Matisse o Picasso pueden controlar su recaudación. Otra cosa son los más jóvenes". El artista y académico Miquel Navarro espera el máximo rigor y añade que él nunca se ha beneficiado de la reventa. "Ni un céntimo. Espero que salgamos rápido de esta injusticia".
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