5 oct 2009

H.E.L.L.O.



H.E.L.L.O da nombre a la instalación específica concebida por Jota Izquierdo para La Gallera. La pieza remite en parte a la fascinación que ejerce sobre el artista la cultura cinematográfica y en especial aquella que, bien sea desde la ficción o desde el registro documental, incorpora sucesos o acontecimientos extraordinarios. Pero más allá de esto, el film de Spielberg representa una brillante excusa para llevar a cabo una reflexión sobre la brecha existente entre la realidad y los mecanismos de desvío y ocultación que operan sobre nuestra percepción.

La Gallera, el antiguo recinto construido a finales del siglo XIX se impone con una fuerte presencia a través de su tipología arquitectónica. Como sucede en todo espacio “escénico”, su estructura espacial estaba pensada en origen para favorecer la visión del espectador desde todos los puntos hacia el centro de acción, en este caso, la arena donde tenían lugar las peleas de gallos.

El espacio opaco de este teatro popular se concentra hacia sí mismo sin permitir otras líneas de fuga que no sean las de la escena central. Jota Izquierdo lo ha despojado de su memoria para convertirlo en una especie de set de cine en el cual la luz, esto es, la obra, disuelve a la arquitectura, la inmaterializa, para establecer un único parámetro de percepción sensorial y psicológica. O dicho de otro modo, la obra se fusiona con el espacio y lo absorbe como elemento configurativo.

Ubicados perimetralmente en los dos primeros pisos del recinto, un conjunto de sesenta focos de tecnología LED generan una escala cromática completa, en cuyas variaciones constantes interviene además la composición sonora de cinco notas que da título al proyecto. Luz y sonido articulan así el espacio y se constituyen como única materia en juego. Pero la contundencia de esta arquitectura lumínica y sonora plantea algunas cuestiones que van más allá de la mera experiencia sensorial, y que tienen que ver con el papel del espectador como receptor de una situación que trasciende lo estético para situarse en los límites de una experiencia más cerebral que física.

En la tradición del trabajo de algunos precursores del cine experimental norteamericano de los años setenta, H.E.L.L.O. nos sitúa no solo ante un espacio que hemos de procesar desde parámetros “neuronales”. También tiene como objetivo poner en conflicto el estatus de la obra, su operatividad y eficacia en el espacio, así como nuestra capacidad para amplificar los niveles de lectura y percepción con los que habitualmente nos situamos ante la experiencia artística.


H.E.L.L.O. es un proyecto de Jota Izquierdo

Comisario: Juan de Nieves

Organiza: Consorcio de Museos

La Gallera, Valencia

Hasta el 22 de noviembre de 2009

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