30 sept 2010

Democracia cultural y transformación social



Interacció 2010 se plantea afianzar en la próxima edición, su carácter de referente en el mundo de las políticas y la gestión cultural a través de una cuestión que está generando un vivo debate en el mundo cultural: la participación activa de la ciudadanía en la creación y la difusión de la cultura. Este concepto se refiere a la cultura que se crea socialmente en entornos comunitarios o asociativos que no aspira, de entrada, a la profesionalización. El sentido del ámbito cultural participativo es, por tanto, muy amplio, pero en cualquier caso presenta como característica fundamental el hecho de que los ciudadanos son sus protagonistas y que conforman la cultura desde el interior mismo de las relaciones sociales. Por otro lado, no es necesario insistir aquí en los lazos profundos que unen esta cultura participada o participativa con los fenómenos amateurs, los cuales abarcan el ejercicio de un amplio abanico de actividades artísticas como el teatro o la música, otras que a partir de nuevas herramientas tecnológicas configuran la mayoría de las propuestas emergentes o bien la propia cultura popular y tradicional.

Es necesario propiciar en la actualidad una reflexión sobre el papel de la cultura en los barrios y municipios. Ha llegado la hora de apostar por una cultura más imbricada en el tejido social de nuestras poblaciones, que haga protagonistas a los ciudadanos y a sus asociaciones y que permita, al mismo tiempo, que las ideas y los proyectos encuentren una concreción en el territorio que los ha visto nacer. Éste es el sentido de la democracia cultural. Un sentido que está relacionado de manera directa con la cohesión social, el fortalecimiento de las asociaciones, con la gobernanza y con la valoración de los ciudadanos para con sus municipios.

Cataluña cuenta con una rica tradición asociativa, que arranca del siglo XIX, la cual se traduce en los ateneos, los Cors de Clavé, las asociaciones obreras y, posteriormente, las agrupaciones, clubs, casas regionales y organizaciones solidarias. Las entidades son una base muy importante para la cultura popular junto con las nuevas formas de trabajo a través de proyectos culturales y cívicos y las asociaciones no formales. En cualquier proyecto de cultura participativa siempre hay una serie de relaciones sociales que pueden traducirse en la formación de una asociación o bien agruparse por intereses concretos. Ese concepto también liga con el de las artes vinculadas a la democracia cultural, un ámbito que hay que replantearse de manera crítica para ver si se adecua en todos los casos a los criterios artísticos y, también, a los de impacto real en la sociedad. El cualquier caso, la democracia cultural tiene que hacer aflorar la creación emergente en nuestros municipios. Y no está de más recordar que esta creación emergente será la que en un futuro no muy lejano definirá el arte de nuestro país. Si a todo ello le añadimos una voluntad de transformación social, de dinamización y de suma de voluntades, no resulta demasiado atrevido afirmar que la cultura y la creatividad pueden situarse en el centro del nuevo paradigma, no únicamente social sino también económico.

Interacció 2010 se organiza en torno a tres ejes temáticos que se desarrollan a través de sesiones plenarias y sesiones simultáneas. A las sesiones plenarias asisten todos los inscritos, mientras que para las sesiones simultáneas será necesario inscribirse en uno de los ámbitos en que se dividen. Las sesiones simultáneas pueden tener un carácter práctico (presentación de experiencias) o teórico, o bien fomentar el debate entre los participantes.

Fecha: 19 de octubre de 2010 hasta 22 de octubre de 2010
Lugar: Centre d'Estudis i Recursos Culturals Pati Manning. Montalegre, 7. Barcelona

http://www.diba.cat/cjs/jornada.asp?id=1180

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